Estimación de la recarga del acuífero Rímac – sector San Borja, producido por el riego de las áreas verdes

Abstract

El estudio como finalidad estimar la recarga hídrica del acuífero que subyace al distrito de San Borja, generada por el riego de sus áreas verdes en el periodo 2021–2024. Para ello, se aplicó la metodología de balance hídrico del suelo propuesta por Schosinsky (2006), considerando los flujos de entrada y salida de agua en un perfil de suelo representativo. El volumen de entrada correspondió a la lámina de riego aplicada sobre 129.94 ha de áreas verdes, estimada con la relación entre el volumen de agua empleado y el área atendida. En los flujos de salida, se determinó que el cultivo predominante (césped) utiliza una parte del volumen aplicado para cubrir su evapotranspiración; otra fracción se almacena en el suelo hasta alcanzar su capacidad de campo; y el excedente percola hacia la napa freática, constituyendo la recarga del acuífero. El suelo se caracterizó como franco arenoso, con una conductividad hidráulica promedio de 1,692.3 mm/día y una densidad aparente de 1.5 g/cm³. Se identificaron cuatro modalidades de riego: gravedad, aspersión, mediante camión cisterna y a través de puntos de SEDAPAL. El cálculo permitió obtener volúmenes anuales de 66,284.00 m³ (aspersión), 147,156.11 m³ (camión cisterna), 1,229,198.53 m³ (gravedad) y 7,044.53 m³ (SEDAPAL), equivalente a una lámina anual representativa de 1,115.63 mm (92.97 mm/mes). La recarga potencial estimada alcanzó 403,360.41 m³ (2021), 431,551.42 m³ (2022), 422,085.14 m³ (2023) y 306,551.71 m³ (2024), lo que representó el 28.03 %, 29.77 %, 29.12 % y 21.15 % del volumen regado. Mensualmente, los valores bajos se registraron entre enero y marzo, y los altos entre julio y setiembre. En todos los meses, el riego superó la demanda del cultivo y la capacidad de almacenamiento del suelo, favoreciendo la recarga potencial del acuífero.The This study aimed to estimate the potential groundwater recharge of the aquifer underlying the district of San Borja, generated by the irrigation of its green areas during the period 2021–2024. The soil water balance methodology proposed by Schosinsky (2006) was applied, considering the inflows and outflows within a representative soil profile of the study area. The inflow volume corresponded to the irrigation depth applied over 129.94 ha of green areas, estimated based on the ratio between the volume of water used and the irrigated surface. Regarding outflows, it was determined that the predominant vegetation cover (grass) uses part of the applied volume to meet its evapotranspiration demand; another fraction is stored in the soil until reaching field capacity; and the excess percolates toward the water table, constituting aquifer recharge. The soil was characterized as sandy loam, with an average hydraulic conductivity of 1,692.3 mm/day and a bulk density of 1.5 g/cm³. Three sources of irrigation water were identified (canal, mobile cistern, and SEDAPAL water supply), as well as four irrigation methods: surface irrigation, sprinkler irrigation, tanker truck irrigation, and irrigation through SEDAPAL water points. The estimation resulted in annual volumes of 66,284.00 m³ (sprinkler), 147,156.11 m³ (tanker truck), 1,229,198.53 m³ (surface), and 7,044.53 m³ (SEDAPAL), equivalent to an annual irrigation depth of 1,115.63 mm (92.97 mm/month). The estimated potential recharge reached 403,360.41 m³ (2021), 431,551.42 m³ (2022), 422,085.14 m³ (2023), and 306,551.71 m³ (2024), representing 28.03%, 29.77%, 29.12%, and 21.15% of the irrigated volume, respectively. Monthly results showed the lowest values between January and March and the highest between July and September. In all months, irrigation exceeded both crop water requirements and soil storage capacity, promoting potential aquifer recharge.